Noticia Ficción.

UN LOBO DEJA DOS VÍCTIMAS EN EL
BOSQUE.

La inocencia y la maldad se encuentran.

Una anciana y una niña viven de milagro.

En el bosque Nansú un lobo devoro a Loaiza duque, una anciana de 80 años, y a su nieta caperucita, un cazador las rescato y fueron encontradas con vida dentro del estomago del lobo.

Caperucita roja, como suelen decirle los vecinos por sus vestidos rojos, se dirigía muy temprano a la casa de su abuela a llevarle unos pasteles, en el trascurso del camino por el bosque se le observo conversar con el lobo “yo la vi que tardo un buen tiempo hablando con don lobo”, dijo Miguel Loge, el cazador de Nansú.
En la conversación que sostuvo esa mañana el lobo le pregunto a donde se dirigía y por qué camino lo haría, cuando obtuvo la información corrió a la casa de doña Loaiza y se la comió completamente; la astucia del lobo le permitió usurpar el lugar de ella para engañar a su nieta y poder conseguir otra presa.
Después de conseguir unas flores en el bosque caperucita llego a la casa de la abuela y saludándola la observo un poco diferente y muy extraña “es como si mi abuelita se transformara, por un momento pensé que no era ella” dijo caperucita, ante tal asombro ella le hizo algunas preguntas, y fue la oportunidad perfecta para el lobo también devorarla como lo hizo con su abuela.
El cazador que fue testigo de la conversación del lobo y caperucita, preocupado quiso verificar que ellas se encontraran bien “yo vi la puerta casi abierta y quise entrar porque me pareció muy extraño”, al ingresar a la casa estaba el lobo encima de la cama dormido y con la barriga tan grande que expresaba tal llenura, sus sospechas eran ciertas “caperucita y su abuela habían sido víctimas de este malvado lobo”. Miguel pidió ayuda a los vecinos y entre todos abrieron el estomago del lobo y sacaron a doña Loaiza y su nieta vivas de allí “esto fue un milagro”, dijo la abuela.
Después de tan amarga experiencia los habitantes de Nansú decidieron que el lobo no se acercara al bosque, y de esta manera evitar incidentes que pueden terminar en peores circunstancia; caperucita y su abuela se recuperan satisfactoriamente en un hospital cercano.